4º Viaje de los chumbalagartos
Llegamos a Menorca la madrugada del día 24 de Abril tras pasar la noche en el aeropuerto de Barcelona donde hicimos escala. El mucho sueño y abundante cansancio se difuminó en el preciso momento en que descubrimos el magnífico entorno en el que sitúan los apartamentos que serían nuestro alojamiento. Se trata de una típica cala menorquina, pequeña entrada de mar rematada en pequeñas playas con unas aguas transparentes y limpias. Unha presiosidade.
Con esas aguas transparentes se imagina que las inmersiones hayan sido muy interesantes.
Llegamos a Menorca la madrugada del día 24 de Abril tras pasar la noche en el aeropuerto de Barcelona donde hicimos escala. El mucho sueño y abundante cansancio se difuminó en el preciso momento en que descubrimos el magnífico entorno en el que sitúan los apartamentos que serían nuestro alojamiento. Se trata de una típica cala menorquina, pequeña entrada de mar rematada en pequeñas playas con unas aguas transparentes y limpias. Unha presiosidade.
Con esas aguas transparentes se imagina que las inmersiones hayan sido muy interesantes.
La primera inmersión se celebró en la cueva de Pont d'en Gil. Magnífica, con parte aérea y sumergida, la entrada a través de un sifón que te lleva hasta unas grutas llenas de estalactitas y estalagmitas. La cueva tiene una profundidad máxima de dieciseis metros y doscientos metros de largo, rematando en una playa.
La segunda inmersión tuvo lugar en la Gruta Azul, una cueva submarina con espacio de aire en su interior y una bóveda pétrea con un óculo en su parte más alta por donde entra la luz a modo de lucernario. Azules intensos provocados por la luz en la entrada de la cueva que le dan nombre.
La tercera inmersión, que sería el lugar también de la siguiente nocturna, lleva por nombre el Submarino debido a una gran formación pétrea a lo que se asemeja por su forma y tamaño. Se encuentra situado a la entrada de la Cala'n Forcat, que así se llama la de nuestros apratamentos.
La última inmersión se llevó a cabo en un pecio hundido en 1923 llamado Malakoff, situado a 39 metros de fondo. No todos acudimos a esta inmersión. Otro grupo se dirigió por tierra a otra cala llamada (no lo recuerdo, si alguien lo sabe que nos lo comunique).
Por la terde tocaba excursión a Ciutadella, la segunda villa más importante de Menorca, con un bonito puerto. Villa amurallada con rancio abolengo y pasado de villa de piratas e invasiones guerreras.
Por la noche conocimos algo de la movida del lugar hasta altas horas. El domingo habría que hacer el viaje de vuelta con el ánimo más decaído debido al cansancio y el sueño acumulados.
Continuaremos trabajando para escoger las fotografías que acompañen a este texto. En breve lo completaremos.